El 7 de enero se celebra una fecha importante en Brasil: el Día del Lector. Este día está especialmente dedicado a las personas apasionadas por la literatura en general, a aquellos que encuentran en los libros un universo infinito de posibilidades y que reconocen el valor transformador de la lectura. El Día del Lector es un homenaje a quienes aman los libros, un tributo al poder que tienen las palabras de moldear pensamientos, ampliar horizontes y despertar la imaginación.
Nadie nace siendo lector. El interés por la literatura es algo que se desarrolla a lo largo de los años, alimentado por influencias positivas, como la convivencia con padres lectores, profesores dedicados y amigos que comparten el gusto por los libros. El hábito de leer no surge de forma espontánea; se fomenta, se cultiva y, cuando se conduce adecuadamente, se convierte en una práctica que enriquece vidas y transforma realidades.
La lectura desempeña un papel crucial en el desarrollo humano. Mejora la comunicación, estimula la interpretación y promueve el crecimiento cognitivo. Además, es la base para la formación del pensamiento crítico, ya que enseña a cuestionar, analizar y comprender la información recibida. Ser lector es mucho más que descifrar palabras; es vivir experiencias, comprender diferentes perspectivas y adquirir conocimiento de manera continua.
El escritor, profesor y periodista capixaba Joacles Costa, autor de libros infantiles, cuentos, crónicas y una obra de teatro, refuerza la importancia de fomentar el hábito de la lectura desde una edad temprana: “Ser un buen lector desde la infancia es la base para construir adultos más curiosos, críticos y conscientes. La lectura no es solo una herramienta de aprendizaje, sino un portal hacia la imaginación y el entendimiento del mundo que nos rodea. Cuando incentivamos a los niños a leer, plantamos una semilla que florecerá en un amor duradero por los libros. Esto transforma vidas y, consecuentemente, la sociedad. Leer es más que un hábito; es un acto de libertad y de crecimiento humano.”
En Brasil, la lectura enfrenta desafíos. Datos recientes muestran que el brasileño lee, en promedio, solo 2,5 libros al año. La falta de acceso a libros, las desigualdades sociales y la ausencia de estímulo familiar son factores que contribuyen a esta situación. Sin embargo, iniciativas públicas y privadas han buscado cambiar esta realidad, con proyectos como bibliotecas itinerantes, distribución gratuita de libros y clubes de lectura escolares. Estas acciones son esenciales para democratizar el acceso a la literatura y formar nuevas generaciones de lectores.
Celebrar el Día del Lector es más que un homenaje; es una invitación a reflexionar sobre el impacto de la lectura en la sociedad. Elegir un buen libro, incentivar a los niños a leer, organizar círculos de lectura o donar libros a quienes lo necesiten son formas simples, pero significativas, de celebrar esta fecha. La lectura es una forma de libertad intelectual, que permite al individuo explorar nuevas ideas y construir su visión del mundo.

